Desde una Villa en el Parque
viernes, noviembre 11, 2005 Con los dedos


Quería contar sus días con los dedos de una mano.

Las culpas atormentaban cada instante de su insignificante vida.


Un solo estallido más y su corteza cerebral se destrozaría, resquebrajándose como un vidrio y luego cayendo en pedazos de algún tipo de carne, porciones sangrientas a las cuales aves de rapiña, perros muertos de hambre, y algún que otro gato con menú exquisito atacarían sin pudor.

Tan solo eso, y no sufriría más.

¿Las esperas interminables, el frío, las ansiedades dignas de camisas de fuerza y los sentimientos enfurecidamente indomables en todos los sentidos acabarían?

Vestía unos jeans gastados, un pulóver rojo y zapatillas, el cabello suelto y la mirada perdida.

Nunca supo de este final, lo percibió con perfumes agradables y una sensación de bienestar digna de compararse a un abrazo tuyo.

El barrio nunca fue igual.


Posted by Dark Rusa :: 1:31 p. m. :: 8 comments

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