Desde una Villa en el Parque
martes, mayo 26, 2009 NS/NC


La noche, ésta, talvez, nos sorprende con sus misterios. El día nos enceguece, cuando no nos alumbra el camino que trazamos. Los sueños nos dejan latente todo lo que el inconciente se atreve, así pueden surgir algunas interpretaciones, así los misterios de la vida aparecen a la luz del alba. Y más siempre más…

Muchas veces traté de atraparte en mis sueños fantásticos y me despertó la angustia de no tenerte, no poder apenas escucharte; me inundó un vacío enorme. Me tortura este castigo divino. Dónde flota tu alma, tu espíritu, tu energía?
Dónde vaga tu voz? Dónde suenan tus canciones que me calman?

Hasta que la realidad me invade, monstruosa, señalándome su cara más dura.
Pienso. Esta vez resistiré?

Tu ausencia me azota como un latigazo, mi columna estalla de dolor, mi boca se seca, mis ojos se llenan de lagrimas, una y otra vez, intentando entender, pero es como si me diera cuenta que tu corazón ya no late, que estas frío como el mármol, tan distante pero tan cerca. Y te apareces en los momentos más difíciles de mi vida como la imagen de una especie de santo, algún Orixa talvez, que me acompaña en el exilio.

Así me doy cuenta, cuanto te quise, cuanto te amo.
También, sin querer saberlo, me doy cuenta que un día te fuiste.

Posted by Dark Rusa :: 12:56 a. m. :: 11 comments

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