Las nueve y veintitrés minutos,
lunes,
el día va esfumándose,
la luna muestra su mitad luminosa y un poquito más,
brilla esplendorosa.
Una toalla colgada con broches avisa que hay viento,
Mi condición de "esperadora" en estos días anda con mucho protagonismo.
Lagrima fácil, enojo sin razón mas fácil todavía, el amor a flor de piel,
eso si "esperadora desesperada".
Entre agujas,
insulina vómitos y mal comeres,
otro mate más.
Quisiera inventar la pastillita,
si, si, esa mágica,
esa que aparece entre sueños y realidad.
Mejor seria dejar de querer,
porque no se puede ni un pequeño porcentaje de lo que se quiere.
Panorama: mi paciencia en terapia intensiva.
¿Un amargo?