martes, febrero 21, 2006
Uno y el otro "Mercosur+Chile"
Mirar para adelante y cuidarme enterita.
Fue lo que dijiste antes de no dejarme bajar para despedirte.
Sólo unos besos hermosos y un abrazo que contuvo todo este cuerpo tembloroso, y con sonrisas nerviosas, acomodándonos los rulos y con las miradas clavadas, coleccionando talveces, que en tu boca suenan a certezas.
Te fuiste, pesado de mochila, pero cómo pronuncio tu boca: con el alma feliz, unos CDs menos, despedazado por mil partes original en tu mochila, y la tranquilidad de no haberte equivocado de persona, y salió bien, a pesar de romper tu ansiada tranquilidad de ganya y tabaco y de todos los cafés que me dejaste hacerte, de músicas que deleitaron mis oídos y marcaron el ritmo de tanto roce, de caricias que suavizaron hasta mi alma.
¿Que uno no quiere ni a un perro en 5 días?
Lo dudo. Sos querible. Tanto que me sacaste la coraza de hierro, al mejor estilo puercoespín, y la llenaste de cariños.
¿Y porqué?
Porque estaba cansada de viajar, pero vos habías viajado más.
Porque me convenciste de que nos merecíamos esto, aunque sea por unos momentos, y que la cordillera esté en el medio, ahora, y espero que para siempre.
Se puede amar instantáneamente?nos dimos el lujo de hacerlo.
Y sin embargo, por otro lado salte charcos y no pude esquivarlos, entonces:
Gasté lo que mi corazón opaco de esperas no podía viajar, digo gastar.
Porque:
Abriste muchas veces mis piernas, y sin querer, mi cabeza de manera inolvidable, imposible que el tiempo y las rubias me hagan olvidar tus olvidos.
Bien podría haber esperado, pero como sabemos, odio las esperas, entonces no lo hice y dejé hasta lo que no tenía a tu haber y lo haría otra vez.
Rasqué bolsillos vacíos y creéme que encontré mares de temblores a los que amé hasta que me paraste horriblemente en seco. Y sin embargo:
Inspiración, es una palabra que quedó flotando y está en tu maldita esencia, talvez porque no pueda ver la mía. Y seguirás siendo:
El que quiso y no amó, pues a su antiguo amor no pudo olvidar.
Le contaría una y mil historias, le haría una y mil caricias a quien siente ese gran dolor, para arrancarlo de raíz y acercarle una vida llena de estrellas acariciables, como juntos o separados nos merecemos, o simplemente un colchón desamparado y húmedo nos espere para hacernos caricias que dejan moretones, de esos que no duelen.
Aunque mi cabeza hizo
¡Bang! ¡Bang!
No es el fin.
Gracias por dispararme.
Esta muerte me sienta bien.
Posted by Dark Rusa ::
4:46 a. m. ::
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