Bicicleta hecha óxido, compañera sobreviviente de miles de kilómetros pedaleados,
zapatillas, medias, lentes de sol, shortcito escondiendo tanga, musculosa escondiendo lo inescondible,
y todas las ganas de entrar en vos, estoy dos kilómetros sobre ti y mi delirio de perderme en tus azules se agrandan con los segundos; miro hacia adelante y veo un imponente morro que esconde mil y una historias, creéme que protagonice unas cuantas y hoy no salen de mi mente. Cómo olvidar cuando nos escapábamos de todo y de todos para encontrar paz, introduciéndonos en tus verdes, saltando piedras, agarrándonos de tus raices, raspando nuestra humanidad entera cuando no se aguantaba más el no acercarnos, cuando no soportábamos el no acariciarnos, el no tenernos, el no sentir tu buceo en mí, nuestros rulos mezclados. Desatabamos huracanes.
Y acordate que pasaron tantos años anhelándonos, y ahora:
el morro sigue hermoso, el mar infinitamente llamativo, pero ya no quiero buscarte,
ya me siento encontrada.
Encontrada con sentimientos que pense perdidos, marcas en la arena, canciones que resuenan en mis oídos, y tus dedos juegan con mis rulos y ahora mis manos acarician tu cabeza afeitada,
tus palabras no son laberintos imposibles en mis oídos, son tan claras que me asustan y no puedo evitar que mi sonrisa se agrande ante tu presencia, que mi mirada esté menos triste y que mis ojos brillen.
¡Es mucho!
Es tan disfrutable que no tengo cómo salir corriendo porque sé que me alcanzarías,
con este inmenso mar de testigo debo admitir que sigo apostando.

Despues de todo te amaré
como si fuera siempre antes
como si de tanto esperar,
sin que te viera ni llegaras
estuvieras eternamente
respirando cerca de mí.

Cerca de mí, con tus costumbres
con tu perfume y tu música
como están juntos los países
no sólo en las lecciones escolares
y dos comarcas se confunden.

Y hay un mar cerca de un río
y dos volcanes crecen juntos.

Cerca de ti es cerca de mí
y lejos de todo es tu ausencia
Y es de color arcilla la luna
en la noche del terremoto,
y estamos en el mar
cuando en el temor de la tierra
se juntan todas las raíces
y se oye sonar el silencio
con la música del espanto.
El miedo tambien es un camino
Y entre tus piedras pavorosas
puede marchar con cuatro pies
y cuatro lábios, la ternura

Porque sin salir del presente
que es un anillo delicado
Tocamos la arena de ayer
Y en el mar enseña el amor
un arrebato repetido.

Pablo Neruda(Corazón Amarillo)